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| ¡Hoy comemos en casa! |
¿Sabías que… hay
algunas Aplicaciones relacionadas con la Nutrición como "Yuka" o "MyRealFood", que escaneando el
código QR de los envases, nos da los datos acerca de la composición, contenido y
el valor nutricional de los alimentos?
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La receta de hoy, son unos snacks o tentempiés, muy sencillos de preparar que nos pueden servir para meriendas o bien para "matar el gusanillo" en excursiones, viajes...
Unas Barritas Energéticas Caseras, preparadas en una sartén sobre el hornillo de la cocina.
Barritas Energéticas Caseras
Receta paso a paso
Ingredientes
2 huevos
10 cucharadas de copos de avena integral
2 cucharadas de azúcar moreno o Panela
1 cucharadita de miel
1 cucharadita de mantequilla
1 tableta de chocolate negro
Sal
Preparación
- Ponemos en un bol todos los ingredientes, menos el chocolate
y batimos con la batidora, hasta que queden bien mezclados.
- Engrasamos una sartén con un poco de mantequilla y la
cubrimos con un círculo de papel de hornear y vertemos con cuidado la mezcla.
- Vamos colocando onzas de chocolate negro por toda la
superficie.
- Ponemos el hornillo a fuego bajo y colocamos encima la
sartén cubierta con una tapa, mejor transparente.
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| ¡Hoy comemos en casa! |
- Dejamos cocer durante unos veinte minutos, pinchando con un
palillo para ver si está cocida.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
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| ¡Hoy comemos en casa! |
- La cortamos en porciones y la servimos.
A estas barritas de cereales también les podemos añadir: Frutas secas (dátiles,
plátano, pasas, orejones…), Frutos secos
(almendras, avellanas, nueces, anacardos…), Cereales y semillas.
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Cosas de la vida
7 horas sin mundo (28 de abril de 2025)
El clic de la rutina se rompió. Se fue la luz. Ni truenos ni
explosiones. Las bombillas no respondieron, los enchufes se volvieron mudos y
el wifi, ese cordón umbilical con el mundo, se disolvió en silencio. Pulsamos interruptores
como quien insiste en un sueño que no termina. Los móviles se convirtieron en
brújulas sin norte: ni cobertura ni noticias ni mapas. La tecnología mostró su
fragilidad. Tras la primera hora, las calles se llenaron de caras conocidas,
pero con otra expresión: perplejidad. Nos mirábamos como si acabáramos de
despertar en una versión antigua del mundo. Volvimos a hablar en las puertas, a
preguntar con la voz, no con mensajes, y, aunque el mundo se detuvo solo siete
horas, a algunos les pareció un abismo. Y entonces como si nada, la luz volvió.
Pero algo quedó flotando en esas siete horas. Un eco de lo que tuvimos antes de
depender de lo invisible. Una advertencia suave: nuestro mundo no es tan sólido
como creemos. Basta un chispazo ausente para devolvernos de golpe, a lo esencial.
Jorge Meana Álvarez
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¡Hasta pronto!
